miércoles, 27 de mayo de 2015

En la III Semana de la Geología

por Emiliano Jiménez.

En esta semana dedicada a la Geología, que promueve la Asociación de Amigos de la Sala de las Tortugas, dos conferenciantes son colaboradores de ella. Me estoy refiriendo a Adán Pérez García, que hablará el miércoles y a Santiago Martín de Jesús, que lo hará el jueves.

¿Qué se puede decir de ellos que no esté dicho? Pues se me ocurre que están "volviendo patas arriba" lo que yo hice. Y ello me llena de orgullo y de satisfacción.

¿Que qué han hecho? Pues veréis...

Adán Pérez García, estudiando y redefiniendo muchas de las tortugas que yo dejé. Así, los gigantescos testudínidos terrestres del Terciario Superior, que tras muchos balbuceos todos acordamos incluirlos dentro del género Cheirogaster, sabiendo que ello sólo podía ser provisional, Adán ha creado para ellos el nuevo género Titanochelys, a nivel de toda Europa, dejando cuatro especies, la ibérica como bolivari, definida en 1917 por Eduardo Hernández Pacheco.

Lo mismo puede decirse de Hadrianus, un hasta ahora enigmático género de tortugas terrestres semigigantes, selváticas, del Eoceno europeo, que dentro de muy poco tendrán otro nombre que Adán nos dirá.

Y luego le tocará el turno al pelomedúsido Neochelys, y después al caretoquélido Allaeochelys, aunque no creo que haya que cambiar su designación. De ambos, y también de Hadrianus, la Sala de las Tortugas dispone de la mayor y mejor representación europea.

Y de Santiago Martín de Jesús ¿qué puedo decir? Que ha sido mi principal colaborador durante tantos años, con un largo lapso de dedicación a la informática. Ahora está de nuevo en su Sala de las Tortugas, donde desde hace nueve meses derrocha generosidad. Los descubrimientos que está realizando en esta nueva etapa, son fantásticos. ¡Y se producen cada día!

A él se debe el conocimiento de que el terrible Iberosuchus, el último cocodrilo corredor, rey de las selvas paleógenas, lo era más aún por ser ¡venenoso! Y que el famoso Neochelys conocido como "el eunuco" fue atacado por este cocodrilo corredor y no por el fluvial Asiatosuchus. Y muchas cosas más, a diario. Lleva catalogadas más de 10.000 piezas nuevas, pasando de las 15.000 que había hace un año, a las 25.000. ¡Y aún faltan muchas por restaurar!

Estas conferencias están tratando de revalorizar, aún más si cabe, la presencia de la Sala de las Tortugas en Salamanca, museo desconocido y sin ayudas institucionales, que posee uno de los mayores tesoros paleontológicos de España.

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